Los caballos de un coche son una medida estándar que no solo se aplica en automovilismo. Se trata de un concepto tan común que es fácil olvidar que su origen es anterior al de los vehículos de motor. Toma nota de esta interesante historia que te vamos a contar en el blog de Confortauto.
La historia detrás del concepto
El término fue acuñado por el ingeniero James Watt (inspirador de la unidad ‘vatios’). Según cuenta la historia, mientras trabajaba con ponis en una mina de carbón, estimó que un caballo medio era capaz de levantar 330 libras a 100 pies de altura (en nuestro sistema métrico, 149,68 kg a una altura de 30,48 metros por minuto).
Watt vivió entre 1736 y 1819, por lo que su trabajo en caballos de fuerza es anterior a los inicios del automóvil a finales del siglo XIX, aunque se ha aplicado la misma fórmula para medir el potencial de trabajo de los motores de automóviles y de todo tipo de maquinaria.
Cómo se relaciona la potencia con los motores
La fórmula de potencia de Watt es confusa, pero no es necesario comprenderla para entender por qué las clasificaciones de potencia afectan a los automóviles. La razón por la que los motores de los coches se miden en caballos de fuerza es porque los motores se inventaron, en parte, para hacer el trabajo que solían hacer los caballos; y no porque necesitemos saber cuánto carbón puede mover un automóvil durante un cierto período de tiempo.
Los caballos de fuerza son útiles porque son una unidad de medida consistente, pero una clasificación de caballos de fuerza no nos dice todo lo que necesitamos saber sobre un motor o el rendimiento de un coche. Simplemente, nos ofrece una idea de cómo se compara la potencia de ese automóvil con la potencia de otros.
Caballos de fuerza frente a otros factores
En términos generales, cuantos más caballos de fuerza produce un automóvil, mejor es su aceleración, lo cual es un factor importante en su rendimiento general. Por ello, los anuncios de coches destacan las clasificaciones de potencia de los modelos de alto rendimiento o los mejores en su clase. No obstante, siempre hay otros factores en juego.
Si conduces un sedán compacto y otro grande con la misma potencia nominal, el compacto será más rápido porque es más liviano. El par es otra especificación del motor que afecta el rendimiento de un automóvil. Mide la fuerza de torsión. Cuanto más torque tiene un automóvil, mejor puede acelerar desde la posición de parada y más fuerza tiene para remolcar. Los motores de los automóviles de alto rendimiento están ajustados para que las clasificaciones de potencia y torsión se complementen entre sí y brinden una experiencia de conducción bien equilibrada.
Las ventajas de los caballos de fuerza más bajos
Los coches de alta potencia reciben mucha atención. Son elegantes, caros y divertidos de conducir. Los fabricantes de automóviles siempre intentan mejorar sus índices de potencia para obtener una ventaja competitiva en el mercado. De todas formas, es importante que tengas en cuenta que los vehículos con menor potencia también son dignos de consideración. Los compactos, pequeños y medianos no necesitan mucha potencia; de hecho, por lo general, están mejor sin ella. Las clasificaciones de caballos de fuerza modestas ayudan a mantener estos populares vehículos asequibles, eficientes en consumo y seguros.
Caballos de fuerza y aceleración
Para ilustrar aún más los efectos de la potencia en el rendimiento, echemos un vistazo a la línea Porsche 911. Este auto deportivo de lujo viene en un montón de diferentes niveles de equipamiento y, actualmente, se ofrece con varios motores diferentes, aunque ciertos niveles de equipamiento están ajustados para que el mismo motor tenga diferentes clasificaciones de caballos de fuerza. Cada configuración ofrece un tiempo diferente de 0 a 100.
Considera algo más que los caballos de fuerza
Si bien la potencia es importante, no es el único factor a considerar al comprar un automóvil. Como comprador, debes probar diferentes tipos de motores. Por ejemplo, un motor turboalimentado y un motor de aspiración natural tienen diferentes dinámicas de conducción, incluso si las clasificaciones de potencia son similares. Si eres un comprador que valora el rendimiento, debes recordar que un vehículo completo tiene una buena dirección y manejo para complementar su aceleración.
En definitiva, los caballos de un coche determinan su potencia y capacidad de aceleración, sin embargo, no es el único factor a tener en cuenta en tu elección. Si optas por un vehículo con menos caballos, no acelerará de 0 a 100 en menos de 3 segundos, pero será seguro y eficiente. Lo mismo sucede con un coche cuyo equipamiento no favorezca la potencia del coche, en cuyo caso la potencia no brindará el rendimiento adecuado al caballaje. En este sentido, contar con unas ruedas en óptimo estado es vital para garantizar la máxima eficiencia. Puedes comprar neumáticos online en confortauto.com para tu vehículo de cualquier marca y modelo.
Foto: porsche.com