Con la llegada del mal tiempo, debemos enfrentarnos a bajas temperaturas, lluvia, hielo y nieve en la carretera. Por tanto, conducir con estas circunstancias requiere mayor precaución, ya que las condiciones de la vía cambian significativamente, aumentando el riesgo de accidentes. Para mantener el control al volante, es clave la presión de los neumáticos, no solo para la estabilidad del vehículo, sino también para garantizar una tracción óptima. Si quieres saber con lluvia qué presión deben tener los neumáticos, en este artículo de Confortauto vamos a contarte todos los detalles para que puedas ajustar adecuadamente tus ruedas.
¿Por qué es importante la presión de los neumáticos con lluvia?
Ya sabes que las cubiertas son el único punto de contacto entre el coche y el asfalto, por lo que su estado y presión son determinantes para la seguridad vial. Cuando llueve, el agua se acumula en la superficie, lo que puede llevar a situaciones de aquaplaning. Esto pasa cuando las ruedas pierden contacto con la carretera debido a una capa de agua. De este modo, para evitar este efecto, es importante que los neumáticos tengan una presión adecuada.
A este respecto, debes saber que los neumáticos con baja presión tienen más zona de contacto con la vía. Así, en condiciones normales puede ser beneficioso para aumentar la adherencia. Sin embargo, en situaciones de lluvia, una mayor superficie puede dificultar el desplazamiento del agua, aumentando el riesgo de aquaplaning. Por otro lado, gomas con demasiada presión reducen el área de contacto, siendo también peligroso al disminuir la capacidad de las ruedas para evacuar correctamente el agua.
¿Con lluvia qué presión deben tener los neumáticos?
¡No caigas en la trampa! Lo más sensato para una correcta presión de los neumáticos con lluvia es seguir siempre las especificaciones del fabricante del vehículo. Normalmente, estas indicaciones se encuentran en el manual del coche o en una etiqueta dentro de la puerta del conductor. Estas especificaciones están adaptadas a tu vehículo porque tienen en cuenta el peso del automóvil, el tamaño de las cubiertas y las condiciones de conducción.
Verás como en el libro de mantenimiento existen diferencias entre las ruedas delanteras y traseras, pudiendo variar en función de la vía o carga, pero no por circunstancias climatológicas. Aún así, con lluvia recomendamos mantener los neumáticos en el rango superior de la presión recomendada. Esto se debe a que una presión ligeramente más alta ayuda a reducir la superficie de contacto con el terreno y las ruedas evacuarán mejor el agua, manteniendo la tracción. Por ejemplo, si el fabricante recomienda una presión entre 30 y 35 psi, es preferible ajustarla cercana al límite superior en condiciones de lluvia.
Consejos para ajustar la presión de neumáticos con lluvia
– Comprueba la presión regularmente
Con el paso del tiempo, los neumáticos pierden presión de manera natural, por lo que es importante revisarlos al menos una vez al mes y siempre antes de hacer un trayecto largo. Las fluctuaciones de temperatura también pueden influir en la presión de las gomas, haciéndola bajar en climas fríos.
– Usa un medidor de presión fiable
Como nuestros sentidos nos pueden engañar, no confíes únicamente en la inspección visual de los neumáticos. Para ello, te aconsejamos utilizar un medidor de presión para que tengas la certeza de que su inflado es correcto según las indicaciones del fabricante.
– Ten en cuenta la carga del vehículo
Si vas a circular con una carga pesada, como equipaje o más pasajeros de lo habitual, deberás ajustar la presión de los neumáticos en consecuencia. Esto es especialmente importante lloviendo, puesto que el peso adicional puede afectar a la tracción.
– Revisa el estado de los neumáticos
Además de la presión, vigilar que los neumáticos no estén desgastados es primordial. La profundidad de la banda de rodadura es crucial para una correcta evacuación del agua, como ya hemos comentado. Es por ello que si las cubiertas están en mal estado, la posibilidad de aquaplaning aumentará considerablemente. Si tienes que reemplazar tus ruedas, no dudes en consultar nuestro amplio catálogo de neumáticos de coche en confortauto.com.
Consecuencias de una mala presión de neumáticos con lluvia
Viajar con neumáticos en mal estado, no solo afecta a la seguridad, sino que también influye negativamente en el rendimiento general del vehículo. Descubre a continuación las consecuencias más comunes de ir con neumáticos bajo la lluvia con una presión inadecuada:
- Mayor riesgo de aquaplaning: si las ruedas no están correctamente hinchadas, su capacidad para mover el agua de la carretera se ve comprometida, lo que aumenta el riesgo de perder el control del automóvil.
- Desgaste irregular: una presión incorrecta puede causar un desgaste desigual en los neumáticos, lo que a largo plazo reducirá su vida útil y puede llevar a un mayor gasto en sustituciones.
- Más consumo de carburante: las gomas con una presión inferior a la recomendada incrementan la resistencia al rodamiento, lo que aumenta el consumo de combustible. Esto no solo es perjudicial para el medioambiente, sino también para tu bolsillo.
- Menos capacidad de frenado: además de la tracción, un inflado incorrecto puede afectar a la distancia de frenado. Y con lluvia, donde la carretera ya es resbaladiza, esto puede ser determinante para no tener accidentes.
Resumen
En este artículo hemos intentado explicarte con lluvia qué presión deben tener los neumáticos. Todo para garantizar tu seguridad y la de los tuyos, así como el rendimiento óptimo de tu vehículo en todo momento. Como soluciones, te hemos propuesto ajustar la presión ligeramente por encima del valor medio recomendado por el fabricante con el fin de mejorar la tracción y reducir el riesgo de aquaplaning. También te hemos propuesto revisar regularmente la presión de las ruedas usando un medidor fiable. Todo ello sin olvidar estar pendiente al desgaste para poder cambiar tus neumáticos con las mejores marcas y modelos de Confortauto. Siguiendo todas estas recomendaciones podrás circular con todas las garantías en los días más lluviosos.