En la actualidad, la tecnología está cada vez más presente en el mundo de la automoción, ya sea por cuestiones técnicas, estéticas o de protección. En esta ocasión, en Confortauto vamos a hablar de las cámaras de seguridad para coches y de sus implicaciones, teniendo en cuenta los reglamentos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). ¿Están permitidas? ¿Son legales? ¡Sigue leyendo este artículo para obtener todas las respuestas!
¿Qué son las cámaras de seguridad para coches?
Las cámaras de seguridad para coches, también llamadas cámaras de vigilancia o dashcams (dash cam), son pequeñas cámaras digitales instaladas en el salpicadero o junto al espejo retrovisor para grabar todo lo que sucede, tanto en el exterior como en el interior. Las que no vienen instaladas de serie, suelen venir acompañadas de un soporte con una ventosa o ajuste para adherirse al automóvil.
Su función es registrar y proporcionar un control constante de todo lo que sucede alrededor del vehículo mientras estamos en movimiento, aunque algunas incluso funcionan cuando el auto está aparcado.
¿Por qué son importantes?
Se han convertido en un dispositivo indispensable para garantizar, no solo la seguridad del vehículo, sino también la de los ocupantes y la del resto de usuarios de la carretera. En definitiva, su gran objetivo es reducir los riesgos asociados a accidentes, robos u otros problemas relacionados con nuestros automóviles.
Este tipo de cámaras no son nuevas en el mercado, pues ya son muchos fabricantes los que las han ido incorporando de serie en algunos de sus modelos. En su éxito, mucho ha tenido que ver el anuncio de la Unión Europea (UE) sobre la obligación de instalarlas a partir de 2024. Y es que su importancia es tal, que también son claves porque pueden aportar evidencias visuales en casos de incidentes o delitos.
Tipos de cámaras de seguridad para coches
- Frontales: se colocan en el parabrisas y graban todo lo que sucede delante del automóvil.
- Visión trasera: ofrecen una visión clara de lo que pasa detrás del coche, facilitando maniobras como el estacionamiento.
- Visión 360º: brindan una panorámica alrededor del vehículo, asegurando una cobertura total.
- Con detección de movimientos: activan la grabación ante cualquier movimiento cercano al auto, siendo ideales para la vigilancia en aparcamientos.
¿Cuáles son sus beneficios?
Las cámaras de seguridad para coches aportan a los automovilistas ventajas como:
- Mejorar la conducción: ayudan a identificar y corregir errores a la hora de circular. Saber que se está siendo grabado puede influir en el comportamiento de los conductores, promoviendo una conducción más responsable y reduciendo los siniestros de tráfico.
- Aumentar la seguridad personal: se incrementa la sensación de protección al saber que todo está siendo grabado.
- Prevenir fraudes en seguros: proporcionan pruebas concretas en casos de accidentes, evitando reclamaciones fraudulentas.
- Mayor vigilancia en aparcamientos: el vehículo tiene más seguridad, incluso cuando está aparcado.
¿Cómo elegir una cámara de seguridad para coches adecuada?
A la hora de adquirir este tipo de aparatos es importante tener en cuenta varios factores, como los que explicamos a continuación:
- Calidad de imagen: es vital que la cámara ofrezca una resolución alta para capturar todo tipo de detalles.
- Ángulo de visión: un amplio ángulo de visión garantizará una mayor cobertura.
- Facilidad de instalación y uso: las cámaras de seguridad para coches deben ser fáciles de colocar y controlar. Una correcta instalación y mantenimiento es crucial para su funcionamiento óptimo. Consulta a los profesionales de Confortauto si tienes problemas con el montaje.
- Almacenamiento de datos: los sistemas más modernos ofrecen varias opciones de archivar, desde tarjetas SD hasta guardarlo en la nube. Es vital considerar en este campo, tanto lo que ocupa la duración como la calidad de imagen.
- Integración con otros sistemas: contar con modelos que tengan características adicionales como GPS, sensor G y conectividad wifi o bluetooth puede ser muy positivo. Poder integrar sistemas de navegación y conectividad ampliará la funcionalidad del dispositivo, permitiendo rastrear la ubicación del vehículo en tiempo real, entre otras mejoras.
- Compatibilidad con el vehículo: algunas cámaras no son compatibles con todos los modelos de coche. Verifica la compatibilidad antes de adquirir una.
- Costes: los gastos de compra e instalación pueden variar ampliamente, por lo que es importante equilibrar el presupuesto según las características de cada modelo.
¿Qué aspectos legales y éticos tiene su uso?
Como cualquier tecnología que incluya algún tipo de grabación en espacios privados y públicos, como calles o carreteras, las cámaras de seguridad para coches no iban a ser menos, dejando en entredicho la libertad individual. Es por ello que no están exentas de implicaciones, tanto legales como éticas. Así, se hace imprescindible conocer las diferentes normativas que rigen su uso para no infringir la privacidad de terceros.
Cada país tiene sus normas, siendo crucial estar informado sobre ellas para evitar infracciones legales. En España, por ejemplo, este tema está regulado por la DGT y la AEPD. Siempre que no incumplamos sus reglamentos, podremos usar este tipo de dispositivos. Aún así, desde la AEPD subrayan que para enseñar imágenes con terceros hay que tener en cuenta estos dos casos:
- La grabación debe ser solo del momento del suceso.
- Las imágenes del exterior tienen que limitarse a registrar solo lo que está delante del frontal del vehículo.
Por su parte, la normativa de tráfico es la misma que rige la colocación y utilización de gadgets como los GPS o móviles. De este modo, la DGT podría imponernos sanciones por estas razones:
- Multa de 80 euros: si la cámara impide ver bien la carretera o está mal colocada.
- Sanción de 200 euros y 3 puntos menos en el carnet: al manipular el dispositivo mientras vamos conduciendo o estamos en circulación, incluyendo cuando estamos parados en un semáforo o atasco.
¿Qué dice la Unión Europea?
Existe un marco legal regulado por la Unión Europea (UE), que dice que las cámaras de seguridad para coches son obligatorias en vehículos homologados desde julio de 2022 y los que se vendan a partir de 2024. El objetivo que persigue es detectar o alertar sobre posibles síntomas de sueño o fatiga durante la circulación.
Para poder usar las grabaciones de las cámaras de seguridad para coches, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) indica los siguientes supuestos:
- Usos privados y personales: para grabar paisajes o rutas, pero si aparecen personas y las imágenes se hacen públicas habrá que ceñirse a la ley.
- Como prueba en un accidente: en estos casos la videovigilancia será útil cuando se solicite por la autoridad competente con el fin de resolver posibles delitos.
Incluido en el sistema ADAS
La implantación de las cámaras de seguridad en los coches forma parte de una serie de sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS), cuya finalidad es medir los niveles de alerta, sueño o fatiga de cada automovilista. A través de diferentes sensores se ofrece información sobre la circulación y el entorno que rodea al automóvil en sus desplazamientos.
La sinergia entre estos dispositivos de videovigilancia y los sistemas de conducción autónoma representa un futuro esperanzador para la seguridad vial. Un avance que también está en vías de optimizarse con el surgimiento de tecnologías que usan la inteligencia artificial y el reconocimiento facial. Y es que la integración de ambas está abriendo nuevas posibilidades en cuanto a protección y personalización.
Recomendaciones finales
Con este artículo de Confortauto ya has podido ver las implicaciones que tienen las cámaras de seguridad para coches. Sin duda ofrecen numerosas ventajas, representando una inversión valiosa en la protección de nuestros vehículos y en la seguridad de conductores y conductoras. Escogiendo el dispositivo adecuado y utilizándolo de forma responsable, podremos disfrutar de una mayor tranquilidad y seguridad en cada viaje. Sin embargo, también debemos ser conscientes de los retos y desafíos éticos y morales que presenta esta tecnología con respecto al uso de las grabaciones, la implicación de las leyes y la privacidad de terceras personas.