El uso y el paso del tiempo pueden afectar a diferentes partes de nuestro vehículo, perjudicando a su funcionalidad. Uno de estos elementos es la iluminación, que sufre unos de los problemas más comunes; el amarillamiento de los faros. Este fenómeno no solo influye en la estética del vehículo, sino que también reduce significativamente la visibilidad, al disminuir la eficiencia de las luces. Así, para evitar que tu seguridad vial se comprometa al conducir, en Confortauto vamos a explicarte cómo quitar el amarillo de los faros del coche y devolverles su brillo original.
¿Por qué se amarillean los faros?
El amarillamiento de los faros se debe a la oxidación y el desgaste del material con el que están hechos los faros. Esto es debido a que los nuevos modelos están fabricados de policarbonato, un material compuesto por un conjunto de termoplásticos fáciles de moldear y termoformar, que son sensibles a los cambios de temperatura.
Este fenómeno se puede producir por múltiples razones. Y es que factores ambientales como la exposición al sol, la suciedad y la contaminación, así como el desgaste natural por el tiempo, pueden ser algunas de las razones que generan el amarillo de los faros en nuestro automóvil.
Métodos para eliminar el amarillo de los faros
Antes de saber cómo quitar el amarillo de los faros del coche, es primordial limpiar bien la superficie de los faros. Utiliza agua y un limpiador suave para eliminar cualquier resto de suciedad o residuo. Una vez secada toda la zona, usa cinta aislante, de carrocero o de pintor con el fin de cubrir las áreas alrededor de los faros y así protegerlas durante todo el proceso. Con ello evitarás daños en la pintura del vehículo.
Para mejorar la apariencia de tu coche y garantizar una circulación óptima en todas las circunstancias, puedes seguir algunos de estos métodos. Elige el más adecuado dependiendo de la gravedad de la opacidad y la suciedad de tus faros. Estamos seguros que podrás mantener tus faros como nuevos durante más tiempo.
– Agua, jabón y lijas
Comenzamos con la técnica más conocida. Usando las lijas tendrás que tener mucha paciencia, pues tendrás que trabajar con diferentes tipos de gramajes. Lo recomendable es ir de menos a más; comenzar con una de 500, para posteriormente pasar a la de 1.000 y acabar con una de 2.000 o 3.000. Para asegurar el mejor resultado deberás mojar la superficie o ir empapando la lija con agua, realizando movimientos circulares por todo el faro. Esto se repite así con los diferentes granos.
Después, aplica un producto específico para devolver el brillo y la claridad en formato pasta o jabón líquido, poniéndolo también con movimientos circulares suaves. Deja actuar unos minutos y retira la sustancia con un paño húmedo. El último paso será poner un sellador UV para proteger la superficie del faro contra futuros daños y amarillamiento. Además, será útil para mantener y prolongar la claridad por más tiempo. En este caso, siempre es bueno probar primero en una pequeña área para asegurarte de que el método elegido no dañará tus faros.
– Pasta de dientes
Es uno de los métodos más accesibles y económicos, ya que solo necesitas pasta de dientes que contenga bicarbonato de sodio para mejores resultados. Aunque es de los más populares, no siempre funciona. Eso dependerá del tipo de material y dentífrico. Ten en cuenta que la pasta de dientes tiene propiedades abrasivas que son ideales para este problema.
Tras la limpieza a fondo y colocación de la cinta aislante, pon una buena cantidad de pasta en tus dedos y extiéndela en círculos por toda la zona, dejándola cinco minutos. Para retirar el producto, ayúdate de un paño humedecido en agua. Y por último, usa un limpiacristales y seca con un trapo de microfibra.
– Limón y bicarbonato sódico
Una vez tengas un recipiente para volcar el bicarbonato de sodio, será el momento de cortar medio limón por la mitad y mojarlo en el recipiente. Después, restriégalo por todo el faro en círculos. Repite el proceso las veces que hagan falta para cubrir toda la superficie. Tras esperar unos minutos, agarra un paño seco y elimina toda la sustancia aplicada, usando agua si fuera necesario. Y es que el bicarbonato se convierte en un gran poder desengrasante al reaccionar con el ácido del limón.
– Vinagre
Por todos es sabido las grandes propiedades del vinagre en la limpieza, siendo eficaz para quitar grasa, cal y complicadas manchas en la ropa. También es útil para devolver los faros a su estado natural. Para ello, calienta un vaso de vinagre, pero sin que hierva. Espera a que se enfríe un poco y ponlo en un pulverizador o aplícalo en la zona directamente con un trapo. Déjalo actuar unos minutos y elimina el producto con agua y jabón, para después secarlo con un paño de microfibra.
En el caso de tener faros muy opacos y sucios, puedes añadir al vinagre, ya enfriado, dos cucharadas soperas de bicarbonato sódico. Es muy importante que nunca lo mezcles en el momento en el que el vinagre esté calentándose. El resultado será una pasta que deberás aplicar con un paño de microfibra haciendo movimientos circulares. Deja actuar a la mezcla unos minutos, y elimínala con abundante agua y jabón. Por último, sécalo bien con una bayeta.
– Ceniza
¿Tienes una chimenea? Pues estás de enhorabuena, porque puedes aprovechar sus restos para quitar el amarillo de los faros del coche. Pero cuidado, porque no todas las cenizas son aptas. Tendrás que asegurarte que no contienen trozos de madera u otros materiales que puedan rallar. Solo necesitarás el polvo fino y sin impurezas, que tendrás que mezclar con agua hasta alcanzar una pasta consistente que cubra toda la zona. Tras aplicarla en el faro y dejarla unos instantes, quítala con una bayeta seca. Finaliza el proceso frotando a fondo con un paño húmedo para un mejor pulido.
– Agua oxigenada
Usar agua oxigenada para quitar el amarillo de los faros del coche es otra técnica casera que también circula por el mundo del motor. Para ponerla en marcha tendrás que empapar una bayeta o trapo con agua oxigenada y frotar contra la superficie durante unos tres minutos. Una vez hecho esto, será el momento de aplicar jabón en los faros, dejando el paño cubriendo la zona durante unos instantes. Para terminar, enjuaga toda la superficie y sécala.
– Kit de restauración de faros
Actualmente, en el mercado también existen productos de limpieza específicos y pulimentos que vienen con todo lo necesario para limpiar y restaurar tus faros, incluyendo lijas al agua o discos de lana. Además, algunos también incorporan artículos para el lacado final en formato espray. Estos se deben aplicar y dejar secar para que se cree una película que ayude a la protección de los faros. En cualquier caso, compres el kit que compres, recuerda seguir siempre las instrucciones del fabricante para obtener los resultados deseados.
¿Necesitas ayuda? Visita los talleres Confortauto
Dada la importancia de la iluminación en un auto para una conducción segura, siempre recomendamos técnicas efectivas y profesionales para quitar el amarillo de los faros del coche. De hecho, en algunos casos puede ser que necesites buscar la ayuda de profesionales. En los talleres Confortauto contamos con un experimentado equipo, especialista en mecánica y neumáticos, que dará solución a cualquier tipo de problema que tengas, como el amarillamiento en las luces.
Conclusiones
En Confortauto nos preocupamos siempre por tu protección y la de los tuyos al volante. Entendemos que los faros no son solo un componente estético, sino también una pieza importante en la seguridad vial. Es por eso que creemos que la limpieza y la restauración de los faros, no solo mejora la apariencia de nuestro vehículo, sino que también garantiza una mejor visibilidad durante la conducción. Especialmente si circulamos por la noche o en zonas con baja iluminación. Estamos seguros que algunos de los métodos que te hemos descrito, aunque requieran paciencia y cuidado, serán de utilidad para quitar el amarillo de los faros del coche y mantenerlos como el primer día.