El desgaste regular es el que sufren los neumáticos por el paso del tiempo, sin que una zona esté más desgastada que otra. Normalmente, su profundidad es inferior a los 1,6 milímetros, el límite legal para circular. Sin embargo, el desgaste de los neumáticos puede ser mayor debido a otras causas irregulares, que te describimos desde Confortauto a continuación.
Desgaste por los bordes
Esta modalidad de desgaste es la más habitual, ya que se debe a uno de los errores de conducción que ocurren con mayor frecuencia. Si los neumáticos se gastan especialmente por los bordes de la banda de rodadura, es porque la presión de aire es insuficiente. De esta manera, la presión se focaliza en las curvas, lo que acentúa la degradación de dicha zona.
Es algo que también se produce cuando se conduce con un peso excesivo o una carga superior a la capacidad del vehículo. Asimismo, el coche podría consumir más combustible, lo que incrementaría la resistencia al avance, además de aumentar la falta de precisión en las curvas.
Si el neumático se desgasta con mayor fuerza en el hombro exterior, el vehículo sufre un peso excesivo sobre ese eje. O también porque hay un exceso de caída o camber positivo. Sea como sea, el exterior de los neumáticos toca más el asfalto que el resto de los elementos, lo que acelera su degradación. Lo mismo ocurre si el desgaste tiene lugar en el interior del neumático, debido a una caída o camber negativo.
Desgaste en el centro
Este es el supuesto contrario al que acabamos de describir. Es el centro de la banda de rodadura el que se desgasta con mayor intensidad, ya que el neumático tiene demasiada presión. Por lo tanto, los bordes no llegan a tocar la superficie o lo hacen con excesiva suavidad, incrementando así el estrés en la zona central. Esto conlleva muchos problemas como un aumento de la distancia de frenado y una disminución del confort de marcha. También se acentuará la tendencia al aquaplaning.
Desgaste en diagonal o en varias zonas
Es menos frecuente, pero también puede ocurrir. Se puede producir como consecuencia de un desacertado montaje del neumático o porque la suspensión produce rebotes que van desgastando la cubierta de forma errática. También se pueden producir desgastes en varias zonas, debido a un frenazo con derrape, un funcionamiento erróneo del Anti-lock Braking System o los frenos, una llanta deformada o un desequilibrio.
Desgaste en los flancos
Se trata de otra causa muy común que podemos comprobar de desgaste en las ruedas. Cuando ocurre, se debe a que ha tenido lugar un bordillazo o golpe en los flancos. El resultado es un mayor deterioro de la carcasa, de forma que el aire penetra intensamente en el flanco. Si no se arregla a medio o largo plazo, aumentarán las posibilidades de que la estructura reviente. Especialmente, si aumenta la presión del neumático, ya sea por conducir a gran velocidad, por practicar deportes de conducción o, simplemente, por el calor veraniego.
Trucos para detectarlos a tiempo
Para saber si estas averías existen o no, podemos emplear sencillos trucos como los siguientes:
– Los testigos de desgaste
Es el método más tradicional y consistente. Basta con usar unos tacos de goma estándar, de 1,6 milímetros de espesor. Hay que incrustarlos justo en el centro de las ranuras del dibujo. Si el neumático alcanza dicho nivel, toca cambiarlo por motivos de seguridad y rendimiento.
– El cambio de color
Se trata de un prototipo de neumático diseñado con tecnología china para cambiar de tonalidad conforme aumenta el desgaste. Contiene una goma en su interior, de un color fluorescente que va apareciendo gradualmente con el uso.
– El medidor de profundidad
Es una herramienta pequeña y económica, pero con una considerable precisión, que puede encontrarse en cualquier taller mecánico. Basta con colocarla entre las ranuras de la banda para calcular la profundidad en cualquier punto de la rueda.
– Una moneda
Si no se dispone de herramientas especializadas, siempre puede utilizarse una moneda. Para un neumático de verano, conviene usar una de 1 euro. En caso de detectar estrellas en los bordes, toca proceder a su reemplazo. Si el neumático es de invierno, conviene utilizar una de 2 euros. Si el borde excede la ranura, sufre desgaste.
Sea cual sea el método de detección elegido, nada más descubrir que la causa es un problema mecánico, debes pedir cita en tu taller Confortauto más cercano para efectuar una revisión exhaustiva.
Conclusión
Como se puede comprobar, el desgaste de los neumáticos puede ser mayor debido a múltiples causas. Sea como sea, es una circunstancia que altera la capacidad de frenado, el confort en la circulación y el acuaplaneo. Además, es ilegal circular con neumáticos cuya profundidad de dibujo no alcanza los 1,6 milímetros, y la ITV será desfavorable si existen estos defectos. Por eso conviene acudir a centros especializados en neumáticos y mecánica como los más de 700 talleres con los que cuenta Confortauto en España y Portugal.
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